Por razones físicas, laborales o simplemente
decisión propia antes o después llega el momento de retirar la lactancia
materna y recurrir al biberón. En edades más tempranas, sobre todo cuando el
bebé sigue alimentándose mayoritariamente de leche (antes de los 6 meses),
resulta más difícil dejar de dar el pecho al bebé cuando esto supone
prácticamente el 80 o 90% de su alimentación.
Tenemos que pensar en todo lo que supone la
lactancia para nuestro pequeño: el vínculo tan estrecho con su mamá, su
alimento, su inductor al sueño, su calma… Son tantas sensaciones que un biberón
difícilmente pueda suplirlo de inmediato.
Sin embargo, forma parte de su madurez la
adaptación a los diferentes cambios que nuestros pequeños irán realizando en
sus primeros meses de vida. Una máxima en el proceso educativo del bebé es la
paciencia, la repetición y el no retorno una vez adoptado un cambio.
La sustitución de la leche materna por la
leche de fórmula no suele resultar el cambio más problemático, si es cierto que
en la farmacia podéis encontrar diferentes marcas de leche que varían
ligeramente en cuanto a composición (siempre cumpliendo los estrictos
requerimientos sanitarios) y sabor. Hasta este momento el bebé reconoce una
cantidad de sabores muy limitada, luego el cambio de una marca a otra de leche
puede resultar decisivo para su adaptación.
El mayor problema suele presentarse cuando
ofrecemos un biberón a un bebé que nunca antes lo ha probado, en muchos casos
el pequeño no sabe ni siquiera succionar. Existen muchos tipos de biberones ytetinas, de distintas formas y materiales; la primera elección resulta fruto
del gusto de la mamá, pero no siempre es la más acertada.
Ya tenemos leche de fórmula y biberón, ahora…
¿cómo hacemos para que se lo tome?. Con paciencia,
constancia y cambiando algunos pequeños hábitos al final acabará aceptándolo.
Llegó el momento de poner algo de distancia
entre madre e hijo. Separar las tomas para que el pequeño llegue con más
apetito (la lactancia materna suele ser a demanda, siendo las tomas más cortas
y frecuentes), recurrir a padres y abuelos para que les den el biberón, ofrecer
siempre primero el biberón y después el pecho en lactancias mixtas, hablar al
pequeño y acariciarle con los mismos gestos que cuando les dábamos el pecho,
ayudarles a extraer la leche aplastando ligeramente la tetina cuando aún no
saben succionar de esta.
Estos son sólo algunos de los muchos consejos
que os podría dar para ayudaros con vuestros bebés, es muy importante que no
desesperéis, ellos notarán vuestro nerviosismo y también reaccionarán con
intranquilidad. ¡Paciencia y ánimo!
Feliz fin de semana
Raquel Aguado, farmacéutica y experta en dermocosmética
www.farmacosmetica.net
Envíale tu consulta a consultaspatito@farmacosmetica.net
¡Que tengáis un buen día!
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