BY RAQUEL AGUADO. Farmacosmética.net
El pezón y la aréola representan la zona más
sensible del pecho, además durante la lactancia son las grandes protagonistas.
Un cuidado adecuado de esta zona antes y durante es fundamental para evitar
problemas de salud (heridas, grietas) que puedan conducir al abandono de la
lactancia.
Si bien, no hay un producto estrella que nos
asegure con su aplicación la no aparición de grietas llegados los primeros
momentos de la lactancia, es cierto, que un cuidado adecuado antes y después
del parto, así como la adopción de sencillas medidas rutinarias a la hora de
dar el pecho al bebé nos aportarán un gran beneficio.
Estas medidas rutinarias son:
-Estimular el pezón en el momento de comenzar
a dar el pecho al bebé, para sacar unas gotas de leche y humectar bien el
pezón. La respuesta de la piel húmeda a la distensión es mejor y menos molesta
que si lo hacemos en seco.
-Introducir en la boca del bebé la mayor
cantidad de aréola posible. La posición de la boca del recién nacido para
comenzar la succión es más adecuada y el pezón sufrirá menos.
-Al terminar la toma, con la propia leche
volver a humedecer el pezón. Hidrata, recubre y repara.
-Aplicar productos preventivos entre toma y toma (lanolina), o tratantes de
grietas en caso de haberse producido alguna (cicatrizantes, antibacterianos y
vitaminas reparadoras específicas). Babé
Cuidado del Pezón es un producto estupendo para prevenir y tratar leves
molestias.
-Correcta higiene del pecho en su conjunto.
Utilizar protegesenos de calidad que dejen transpirar la piel para evitar
maceración entre toma y toma. Chicco
Discos Absorbentes son de los mejores que tenemos en farmacia.
-Al finalizar la toma el bebé, nunca tirar del
pecho para que lo suelte. Introduciendo el dedo meñique entre la comisura del
labio del bebé y el pecho conseguiremos no sufrir innecesariamente, ni
favorecer la aparición de heridas.
Respecto a las molestias en el pecho y evitar
la formación de mastitis, es importante conocer las diferentes posturas para
alimentar al bebé y así conseguir un vaciamiento más homogéneo de los depósitos
de leche. Aplicando calor en las zonas más inflamadas y endurecidas ayudaremos
a drenar la leche de esas zonas. Por el contrario, aplicando frío bajaremos la
inflamación pero contendremos la salida de la leche.
Espero haber podido ayudaros un poquito en
este fin tan maravilloso. Sin duda, después del parto la lactancia puede
ser la sensación más preciosa de
complicidad entre la madre y su hijo, con el extraordinario beneficio para la
salud del bebé que ello supone.
¡Feliz fin de semana!
Raquel Aguado, farmacéutica y experta en dermocosmética
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Vamos, cuéntanos qué te parece